Buenas prácticas de ordeño.

¿Cuáles son y por qué son importantes?

Las buenas prácticas de ordeño son un pilar fundamental para la obtención de una materia prima de calidad, que nos permita un óptimo procesado de la leche y un producto final de excelencia.

La producción de leche de la mejor calidad no solo permitirá obtener lácteos y derivados excelentes tanto a nivel nutritivo como sensorial, sino también conseguir los mejores productos desde el punto de vista higiénico-sanitario.

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¿Cuáles son las buenas prácticas de ordeño?

Antes de nada, es importante mencionar que existen diferencias técnicas entre el ordeño manual y el ordeño mecánico; sin embargo, en ambas opciones se deben seguir pautas similares, que, además, pueden agruparse en 3 grandes grupos: buenas prácticas antes, durante y después del ordeño.

A continuación, se describen los principales pasos que deben guiar este procedimiento:

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A continuación, se describen los principales pasos que deben guiar este procedimiento:

  • Antes del ordeño: En primer lugar, debe realizarse el proceso conocido como despunte. Este consiste en extraer manualmente los primeros chorros de leche en un recipiente oscuro, que nos permita evaluar la leche de forma visual.

A continuación, se deben sumergir los pezones en un producto yodado o clorado dejándolo actuar durante 20 o 30 segundos. El objetivo de esta etapa es la desinfección y protección de la ubre. Por último, se debe secar bien la ubre del animal, cuidando que no queden restos del material secante, dejando a la vaca preparada para el ordeño.

  • Durante el ordeño: Primero se colocarán las pezoneras evitando la entrada de aire al sistema de vacío, asegurándose de que están correctamente colocadas para proceder al ordeño. La leche será conducida automáticamente hasta el tanque de almacenamiento correspondiente a través de un sistema de tuberías.

Una vez realizado el ordeño, debe cerrarse la válvula de vacío para retirar las pezoneras. A continuación, se escurrirá la ubre del animal sin utilizar materiales pesados y se procederá al sellado, utilizando nuevamente un producto yodado o clorado para proteger el pezón de la posible infección.

  • Después del ordeño: Tras este proceso, las vacas deben abandonar la zona de ordeño para proceder a la limpieza e higienización del local.

La suma de todas estas condiciones garantizan un óptimo proceso de obtención de la leche. Esto, sumado a unas buenas prácticas ganaderas durante todo el proceso productivo en la industria alimentaria, garantizan un producto de máxima calidad y seguridad alimentaria.